martes, 13 de diciembre de 2011

Yo no te pido luna ni sol, no te pido ni siquiera el cielo. Yo no me apuro por obtener tu corazón, no lo peleo, no lo robo: LO ESPERO. Yo no te escribo cartas porque muero por dentro, yo te escribo cartas porque desespero. Yo no sé cómo amar y no sé cómo darme cuenta cuándo es amor, sólo lo sé. Yo no espero mucho de vos, ya me decepcionaste lo suficiente para saber qué no esperar. Yo no me ilusiono con que te aparezcas en mi puerta con un ramo de flores, una caja de bombones y un almohadón en forma de corazón que diga I love you. No, y no lo quiero. Yo quiero el sentimiento, el miedo y el misterio. El no saber por qué, la pelea, la desesperación, los nervios, el presentimiento, el momento en que pensás que todo se acaba y sólo deseas el alcohol más cercano. Yo quiero tu música, tu forma de ver, de escribir, de leer, de besar, de abrazar, de acariciar, de tomar, de todo. Yo te quiero completo y envuelto, envuelto mal , porque estás mal y yo te quiero arreglar. Yo quiero arreglar todo lo que el tiempo no pudo curar, yo quiero sanar. Yo quiero envolverte bien, con moño y todo, y después volverte a abrir. Yo te quiero complicado, sin remedio, testarudo y enojado. Yo te quiero tierno y quiero el 'mi amor' y olvidar nuestros pasados. Yo te quiero todo MIO. ¿Es mucho pedir?.